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Presupuesto

Al contratar cualquier tipo de póliza de seguro, el presupuesto juega un papel relevante, ya que determinará el precio final que tendrá que pagar el titular del contrato a la compañía aseguradora. Por ello, a continuación, desgranamos los principales detalles que hay que tomar en consideración acerca de este término.

¿Qué es un presupuesto y cómo repercute en los seguros?

En cualquier tipo de actividad económica, la elaboración de presupuestos es una actividad realmente recurrente. Sirven para calcular los ingresos y los gastos que se van a producir en un período determinado de tiempo. Este ejercicio se lleva a cabo tanto en las grandes multinacionales como en las familias y su meta principal es establecer una planificación económica con el fin de alcanzar unos objetivos. En el caso de que los gastos superen los ingresos, cuando se ponga en marcha, se estaría hablando de un déficit.

En el sector de los seguros, esta práctica no es muy diferente. Los presupuestos se pueden ofrecer a nuevos clientes que quieran firmar una póliza para disfrutar de ciertas coberturas, así como a los ya existentes, por ejemplo, porque desean renovar su póliza. Para poder presentarlo en un documento, las aseguradoras introducen todos los datos personales del cliente potencial, tomando en consideración la edad, el sexo, y los antecedentes que pueda tener. Después, realiza una comparativa con el resto de las empresas del mercado con el propósito de proporcionar un precio final que sea competitivo.

El profesional que confecciona el presupuesto tiene la libertad de establecer las condiciones que quiera, véase las coberturas, las cláusulas y el precio final a pagar, puesto que el cliente no tendrá ningún tipo de obligación de aceptarlo. No obstante, en el caso de aceptar una póliza, su decisión será vinculante. En líneas generales, este tipo de contratos son anuales. Por ello, la aceptación de las condiciones conllevará un mínimo de permanencia de un año.

Especialistas en coberturas de seguros para elaborar presupuestos

En la actualidad, es posible encontrar múltiples tipos de seguros. Algunos de los más comunes son los de salud, de vida o del hogar, entre otros. Las aseguradoras cuentan con verdaderos expertos en el cálculo de las coberturas y de los precios para hacer llegar al cliente las mejores condiciones posibles y no poner en peligro la rentabilidad de la empresa.

Por otro lado, cada asegurado cuenta con unas condiciones específicas, por lo que es necesario prestarle una atención completamente personalizada. De hecho, ser capaz de crear presupuestos que contengan buenas coberturas a un precio relativamente bajo es la llave para atraer nuevos clientes y, sobre todo, lograr que los ya existentes renueven su contrato al finalizar la anualidad.

Principales métodos para clasificarlos correctamente

Asimismo, cuando hablamos de presupuestos, es importante mencionar los diferentes factores que les caracterizan y que pueden servir para clasificarlos de acuerdo con diferentes métodos. La flexibilidad es una de las principales. Cuando se redactan las diferentes coberturas, estas pueden ser rígidas o estáticas o bien establecer posibles variaciones. Por esta razón, siempre es recomendable leer la letra pequeña del contrato y del presupuesto que presente la aseguradora. De esta manera, prevendremos problemas y malentendidos, especialmente con las cláusulas.

A su vez, estos documentos también se diferencian por su tiempo de duración. En el ámbito de los seguros, la mayoría de ellos son anuales, como hemos mencionado con anterioridad. Sin embargo, podemos hallar algunas excepciones, como las pólizas de viaje, que están supeditadas a la duración de este.

En definitiva, la elaboración de un presupuesto para una póliza es un paso indispensable para la adquisición de nuevos clientes y la fidelización de los ya existentes.

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