¿Por qué es importante la preparación para una colonoscopia?
Cuando hablamos de una colonoscopia, nos estamos refiriendo a un procedimiento muy invasivo, en el cual los doctores van a introducir una cámara por el ano y el recto.
Esta es la zona por la que evacuamos las heces y como ese es el sector que hay que ver, conviene que esté limpio. De ahí que sea fundamental prepararse.
Con el colon o intestino vacío, se pueden detectar lesiones como las inflamaciones, los tumores o los pólipos. Este tipo de daños se ven peor con el colon sucio.
Además, se evitan las repeticiones, algo fundamental en este tipo de procesos tan desagradables, sin olvidar que las complicaciones se reducen gracias a que el intestino está limpio
Pasos previos a la colonoscopia
Conforme se acerca el día de la prueba, hay que empezar con la dieta para una colonoscopia. Esta nos la darán en la clínica, pero lo recomendable es seguir una dieta con poca fibra, dejando a un lado las frutas con piel, las legumbres, verduras crudas y los alimentos integrales.
Hay una pregunta muy común y es que si se puede comer Jamón de York antes de una colonoscopia. Es cierto que es bajo en fibra, pero hay que evitarlo el día anterior a ir al centro de salud para someterse a este procedimiento.
El día de antes hay que dejar a un lado los alimentos sólidos, tomando solo líquidos muy claros. Además, es posible que en las horas previas haya que ingerir unos sobres que limpian por completo el colon.
¿Qué hay que evitar antes de la colonoscopia?
Justo antes del procedimiento hay que eludir los alimentos con colorantes, como el rojo o el morado, las bebidas alcohólicas, aquellas con cafeína y los medicamentos que no haya pautado el médico.
Estas instrucciones las suelen dar en una hoja cuando nos citan, pero conviene recordarlas con el fin de que la prueba sea un éxito.
¿Qué esperar durante la colonoscopia?
Ese día tenemos que ir con el intestino limpio. ¿Cómo podemos saber si el colon está limpio para una colonoscopia? Si lo está, las heces serán líquidas y transparentes. En caso de que no sea así, hay que avisar al equipo médico.
Si se han seguido bien las instrucciones, el paciente llega a la sala en donde se le suele dar una bata médica abierta por la parte de atrás. Al no ser una prueba sencilla, se aporta una sedación que va de leve a moderada. Con eso, se consigue que el enfermo esté más cómodo.
Una vez que la sedación ya empieza a hacer efecto, el médico va introduciendo el colonoscopio a través del recto con mucho cuidado.
Ya con el colonoscopio en el recto se revisa la mucosa del colon. Es normal que durante el proceso se extraigan pequeños pólipos o se hagan biopsias. Esto es posible gracias a la forma del colonoscopio, que cuenta con unas pinzas que se pueden accionar desde el exterior.
Solo cuando el médico ya queda satisfecho con el proceso, el paciente es trasladado a una sala de recuperación. Dependiendo del tipo de sedación, la recuperación es más o menos rápida y pasados unos minutos ya se puede ir a su casa.
Como vemos, la preparación para una colonoscopia es la clave fundamental con el fin de que el procedimiento sea un éxito y no haya que repetir la prueba.