- Según el III Estudio de Salud y Vida Aegon, el 75% de los españoles considera que su alimentación es saludable, un 2% más que el año anterior
- Prácticas asociadas a una alimentación laxa, como el consumo de alcohol y comer fuera de casa, disminuyen considerablemente
- Aun así, caen las dietas especiales: uno de cada cinco españoles encuestados declara haber seguido algún régimen en los últimos 12 meses, un 21,57% menos
Madrid, 1 de marzo de 2021. Casi el 75% de los españoles consideran que su alimentación es saludable, según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon, que se centra en el análisis del estado de salud, del estilo de vida y de los hábitos y conductas relacionados con la salud y el bienestar emocional de los españoles. Esto supone un incremento de casi el 2% respecto al año anterior. En este sentido, destaca que un 66,50% de personas opinan que llevan una alimentación saludable en buena medida (un 38,25% más que el año pasado), mientras que disminuye la población que declara que su alimentación es poco (-28,57%) o nada saludable (-50%) respecto al año pasado.
De aquí se desprende una tendencia que permite ver un posible impacto de los hábitos adoptados durante el confinamiento y la menor actividad de la hostelería durante 2020. El estudio de Aegon evidencia una considerable reducción de un 58,77% de personas que aluden al consumo habitual de alcohol como motivo para creer que no llevan una alimentación saludable (caen del 21,10% al 8,70%), y el descenso de un 37,38% en personas que aluden como motivo comer fuera de casa de forma habitual (20,60% en 2019 vs 12,90% en 2020). Además, en 2020 un 44,30% de españoles creían que no llevan una alimentación saludable por picar entre horas.
Siete de cada diez españoles declaran que llevan una correcta alimentación gracias a comer diariamente frutas y verduras y a basar su alimentación, principalmente, en alimentos frescos y poco procesados. El 67,70% también señala que comer platos caseros y comer poco fuera de casa les ayuda a mantener una dieta sana y equilibrada. Estos motivos son los mismos que destacaban el año anterior, aunque han disminuido en porcentaje para dar pie a la aparición de otros, como a la forma más saludable de cocinar los alimentos (a la plancha, al vapor o hervir) o a no abusar de la sal ni del aceite a la hora de cocinar, a los cuales se suman el 49,70% y el 51,30% de los encuestados, respectivamente.
Por su parte, más de la mitad de los encuestados piensa que no lleva una dieta saludable por no comer suficientes frutas y verduras y, en línea con el año anterior, un 36,90% lo achaca al consumo habitual de alimentos procesados. Además, casi dos de cada tres encuestados señalan que picar entre horas tampoco favorece a mantener una alimentación sana.
Los alimentos que se evitan
En este sentido, entre los productos que más evitan comprar los españoles cuando acuden al supermercado encontramos principalmente alimentos calóricos, con mucho azúcar y/o ultra-procesados, los cuales son rechazados por el 66,30% de los encuestados. A estos les siguen aquellos que contengan aceite de palma (55,30%) y aditivos (42,10%), como conservantes, edulcorantes artificiales, etc. Conviene subrayar el aumento de las personas que evitan los alimentos con gluten, que ha pasado del 2,40% en 2019 al 5,70% en 2020.
Ambos sexos coinciden en evitar comprar productos calóricos, con exceso de azúcar y ultra-procesados, pero llama la atención cómo un porcentaje de los hombres por encima del promedio es más reticente a comprar alimentos que procedan de alguna empresa o país en concreto (20%), mientras que las mujeres evitan adquirir productos que tengan un impacto negativo en la salud (41%)
Además, existe una tendencia a evitar más alimentos a medida que avanza la edad. Los baby boomers son la generación que más alimentos eliminan de su cesta de la compra, suponiendo un 77% sobre un promedio de 66%. A diferencia de la mayoría, los millennials (60%) y la Generación Z (55%) son menos tendentes a dejar de consumir alimentos calóricos, con mucho azúcar o ultra-procesados: y lo mismo ocurre con aquellos que tienen aceite de palma (48% y 47% respectivamente) u aditivos (38% y 28%).
Según la composición del hogar, destaca que aquellas unidades familiares con hijos en casa evitan menos alimentos que aquellos que no tienen hijos. Por ejemplo, se observa que las parejas sin hijos o con hijos que no viven en el hogar evitan en mayor medida alimentos calóricos (78%), con aceite de palma (58%) y con aditivos (53%). Por su parte, las familias monoparentales con hijos a su cargo en casa son los que evitan en menor medida y por debajo de la media estos alimentos.
En relación con la situación familiar, los viudos son el grupo poblacional que más ultra-procesados (73%) y alimentos con aceite de palma (60%) evitan comprar. Todo lo contrario a los solteros, que evitan estos productos por debajo del promedio (62% y 49% respectivamente).
Caen las dietas especiales
El III Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon evidencia asimismo un descenso de personas que han realizado alguna dieta específica en los últimos 12 meses. Uno de cada cinco españoles encuestados declara haberse sometido a algún régimen especial, lo que supone casi un 22% menos que el año anterior, cuando más del 25% de los encuestados había realizado alguna dieta o se encontraba en pleno proceso. Esta caída se percibe tanto en mujeres (-26,95%) como en hombres (-15,27%).