¿Por qué es tan importante el sueño en la infancia?
El sueño en los niños no es simplemente un momento de descanso: es un proceso biológico esencial que impacta directamente en su crecimiento y bienestar integral. Durante las horas de sueño profundo, se liberan hormonas que estimulan el desarrollo físico, se consolidan aprendizajes y se fortalece la memoria. Además, dormir bien favorece la regulación de las emociones, ayuda a prevenir problemas de conducta y refuerza el sistema inmunológico.
Cuando un niño no descansa adecuadamente, pueden aparecer irritabilidad, falta de concentración y mayor predisposición a enfermedades. En estos casos, el pediatra suele ser la primera referencia, ya que puede evaluar si existe alguna causa médica y, de ser necesario, derivar a otros especialistas como el neumólogo pediátrico, el digestivo infantil o incluso el psicólogo infantil, garantizando un abordaje integral del sueño.
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Terrores nocturnos en niños: cómo reconocerlos y enfrentarlos
Los terrores nocturnos son episodios que pueden alarmar mucho a los cuidadores: el niño se despierta gritando, agitado y con signos de miedo, pero en realidad no está consciente. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos suelen darse en fases de sueño profundo y el niño no recuerda el episodio al día siguiente. Aunque pueden resultar angustiantes, en la mayoría de los casos forman parte del desarrollo normal y desaparecen con el tiempo.
Si estos episodios son muy frecuentes, intensos o afectan el descanso familiar, conviene consultar con el pediatra, que podrá valorar la necesidad de derivar al neurólogo infantil o al psicólogo infantil. Estos especialistas ayudan a descartar alteraciones neurológicas y a ofrecer pautas de acompañamiento y rutinas que den mayor seguridad y tranquilidad al niño.
Ruido blanco en bebés: un recurso para favorecer el descanso
El llamado “ruido blanco” se ha popularizado como una estrategia para ayudar a los bebés a conciliar el sueño. Se trata de sonidos constantes, como el ventilador, la lluvia o grabaciones específicas, que simulan el ambiente sonoro del útero materno y generan una sensación de calma y seguridad. Bien utilizado, puede ayudar a reducir los despertares nocturnos y facilitar que el bebé se duerma más rápido.
Es importante usarlo de forma adecuada: con un volumen bajo, sin exposición excesiva y como complemento de una buena rutina de sueño, no como sustituto de ella. Para valorar su idoneidad, es recomendable contar con la orientación de un neonatólogo o un pediatra especializado en sueño infantil, quienes pueden aconsejar sobre el uso seguro de estas técnicas y ayudar a integrar hábitos saludables que garanticen un descanso reparador.
Sueño en bebés: la resistencia a dormir
Es una de las situaciones más comunes en la crianza: el bebé muestra signos de cansancio, bosteza, se frota los ojos, está irritable, pero cuando llega el momento de dormir, parece resistirse. Esto puede deberse a varias causas, desde una sobreestimulación durante el día hasta hambre, molestias digestivas o simplemente la falta de rutinas claras. También influye la necesidad de contacto y seguridad que los bebés buscan en sus padres.
Para ayudarles, los especialistas recomiendan crear un ambiente tranquilo, establecer rituales de sueño, como un baño relajante o una canción suave, y respetar horarios regulares.
Cuando la resistencia es persistente o se acompaña de síntomas como reflujo, cólicos o dificultad respiratoria, es fundamental consultar al pediatra, al digestivo pediátrico o incluso al psicólogo infantil, según la causa. De esta forma, el abordaje médico permite descartar problemas de salud y al mismo tiempo ofrecer pautas personalizadas para favorecer el descanso.