¿Qué es el blanqueamiento dental y cómo puede beneficiar tu salud y estética?
Con el paso de los años, el color de los dientes se va oscureciendo y es normal que el tono se vuelva amarillento. Esto es debido a algunos alimentos, bebidas, al tabaco o incluso al envejecimiento.
Mediante este blanqueamiento se aclara el tono de los dientes, lo cual mejora la confianza del paciente, lo motiva a la hora de mantener una buena higiene dental y le da una sonrisa más atractiva.
Para garantizar un resultado efectivo y seguro es fundamental contar con profesionales especializados. Esto se debe a que el mal uso de los productos blanqueadores llega a causar daños en el esmalte.
Tipos de blanqueamiento dental: opción en clínica o en casa
En la clínica se hacen blanqueamientos in situ y también se supervisan los tratamientos que se llevan a cabo en la casa de los pacientes.
Tratamiento en la clínica
Consiste en colocar un agente blanqueante en los dientes, el cual se activa con una luz que puede ser LED o láser.
Otra opción es inyectar el agente blanqueante en la pieza dental, lo cual se lleva a cabo si la tinción del diente es extrema
Tratamientos en casa
Existe la posibilidad de hacer el blanqueamiento dental en casa. Primero hay que ir a la clínica, en donde el odontólogo crea una férula de la boca del cliente. Una vez hecha, el paciente pone el agente blanqueador en ella y se la coloca mientras está en casa.
Precios
Los precios son mucho más bajos si se tiene un seguro dental que cubra estos tratamientos. Así, el blanqueamiento en la clínica cuesta 180 euros por arcada o 320 euros por arcada si se emplea una lámpara de plasma o láser.
Sobre la duración, los especialistas coinciden en que el más duradero es el blanqueamiento dental combinado. Este es el que se hace en la clínica con luz y luego se completa en la casa del paciente con una férula.
Proceso del blanqueamiento dental con seguro de salud
En la clínica el proceso de blanqueamiento dental es muy sencillo. Tras la consulta inicial, el odontólogo coloca una sustancia en las encías. Esta tiene como misión protegerlas del agente blanqueador, que a continuación se pone sobre los dientes.
Lo siguiente es activar el agente blanqueador con una lámpara de luz LED o láser durante un tiempo determinado, que decide el profesional, y se puede realizar en una o varias sesiones.
Después habrá que hacer revisiones cada cierto tiempo, para lo cual es importante contar con un seguro de salud. Serán muy económicas si se tiene un seguro, al igual que las posibles correcciones que haya que hacer después del tratamiento.
Cuidados posteriores y cómo el seguro dental facilita el mantenimiento
Tras el blanqueamiento hay que cuidar los dientes con la idea de que estén de ese tono el mayor tiempo posible.
Eso se hace con una higiene dental adecuada. Se deben cepillar los dientes dos veces al día, como mínimo. También es una buena idea emplear hilo dental o cepillos interdentales, lo que se puede completar con un enjuague bucal sin alcohol.
Dentro de lo posible, hay que evitar bebidas como el café o el vino tinto. Lo mismo ocurre con algunos alimentos del tipo de las salsas oscuras, recurriendo a alimentos de colores claros para las comidas.
Siempre hay que revisar el blanqueamiento dental al menos un par de veces al año. A ello ayuda mucho tener un seguro dental, puesto que acceder a las revisiones y a los mantenimientos regulares es más barato.
De hecho, hay visitas que ya se incluyen en el precio del seguro de salud. Si no son gratuitas, sí que serán mucho más económicas.