¿Qué es el ultrasonido dental y cómo funciona?
El ultrasonido dental es la limpieza profesional que emplean los odontólogos. En esta se usan vibraciones ultrasónicas que quitan todo el sarro que está pegado a los dientes. Un instrumento llamado scaler ultrasónico se encarga de emitir las ondas de alta frecuencia necesarias.
Este dispositivo no solo genera las ondas, sino que manda una corriente de agua a la boca que la enfría y que arrastra los restos. Estos van a un lado de la boca, en donde se coloca un aspirador que se los lleva, junto al agua.
Gracias a esta técnica, se alcanzan zonas de muy difícil acceso, como los espacios que quedan entre los dientes o los que hay debajo de la línea de las encías.
Beneficios del ultrasonido dental
Tiene una gran cantidad de ventajas o beneficios, tantas que es la forma preferida de los odontólogos para hacer limpiezas de boca.
No es invasivo y es muy seguro
Por la manera en la que funciona, evita que el dentista deba usar herramientas manuales a la hora de eliminar el sarro y la placa. Eso lo hace muy cómodo para el paciente y muy seguro.
Previene las enfermedades periodontales
Cuando se emplea el ultrasonido dental, el resultado más visible se da con el sarro. Sin embargo, no solo arrastra el sarro, sino que consigue eliminar las bacterias que provocan la gingivitis y la periodontitis.
Protege el esmalte
Al destruir de esa manera el sarro, hay quien puede pensar que el esmalte está en peligro. Esto no es así, siempre que la persona que lo maneja esté formada y lo haga de manera correcta.
Reduce el riesgo de caries
Elimina las bacterias de la boca, lo que combinado con que hace lo propio con la placa y el sarro, tiene como resultado la reducción del riesgo de caries.
Procedimiento del ultrasonido dental
No es un proceso complicado, puesto que el paciente solo tiene que sentarse en la silla y abrir la boca. Como no provoca dolor no es necesaria ningún tipo de anestesia.
Con el paciente ya en su sitio empieza el uso del ultrasonido dental por toda la boca, eliminando la placa que el profesional perciba, incluso los depósitos más duros adheridos a los dientes.
Mientras se quita el sarro, hay un flujo de agua constante que limpia los restos y enfría la zona. En un lateral de la boca se coloca un gancho, que lo aspira todo cuando el paciente redirige el líquido hacia esa zona.
Para terminar, en ocasiones el dentista pule los dientes. Así los alisa, impidiendo que queden pequeños huecos en donde se pueden acumular las bacterias.
Cuándo visitar a tu dentista
La frecuencia de las limpiezas con el ultrasonido dental depende de cada persona, puesto que algunas acumulan más sarro que otras.
Lo usual es que las visitas se hagan una o dos veces al año, aunque se puede acudir antes si se nota que hay una acumulación excesiva de sarro o las encías están hinchadas.
Por supuesto, esta técnica no sustituye a la higiene diaria, que debe ser regular tanto con el cepillo como con el hilo dental. Hay que verla a modo de un complemento que llega allí donde el cepillo y el hilo no alcanzan.