¿Qué trata la urología en la mujer?
Sobre todo, la urología en la mujer se centra en los riñones, la vejiga, la uretra y los uréteres. Por eso, estos especialistas tratan las infecciones del tracto urinario, las cuales se suelen presentar de manera recurrente en las mujeres.
También se ocupan de las pérdidas de orina que se asocian a la edad y al embarazo en la mayor parte de los casos.
Los cálculos renales son competencia exclusiva de los urólogos. Son muy dolorosos y se producen por la acumulación de minerales en los riñones.
Por supuesto, tratan el cáncer de vejiga o de riñón, aunque lo cierto es que esta clase de cáncer es bastante raro en el caso de las mujeres.
Síntomas de enfermedades urológicas
Si una mujer padece una enfermedad de este tipo, no suele tardar en ir al médico, puesto que casi siempre están relacionadas con la orina y son muy molestas.
- Dolor al orinar: a veces ese dolor se transforma en ardor y también hay una presencia más que evidente de sangre en la orina.
- Incontinencia: la incontinencia es otro problema que se asocia a estos trastornos, en especial al hacer esfuerzos, reír o toser.
- Dolor en la espalda: otras veces lo que ocurre es que hay dolor en la espalda. No es un síntoma que se asocie con una enfermedad urológica, pero sí que es así en bastantes ocasiones.
- Orinar frecuentemente: por último, es usual tener que ir a orinar con mucha frecuencia hasta por la noche. Además, se nota que queda orina retenida pese a estar un rato en el servicio.
Tratamientos urológicos en la mujer
Hay muchos tratamientos que se pautan dependiendo de las condiciones urológicas en las que se encuentra cada mujer, siempre empezando por los menos invasivos.
Entre estos están los medicamentos para las infecciones, la inflamación o la incontinencia. Asimismo, se suele recomendar la fisioterapia del suelo pélvico con la que se fortalecen los músculos de la zona.
Esta fisioterapia es uno de los mejores tratamientos a la hora de prevenir la incontinencia y también ayuda mucho en el caso de los prolapsos, es decir, cuando alguno de los órganos internos se descuelga.
En otras ocasiones, no queda más remedio que recurrir a prácticas más invasivas. Una de ellas es la cirugía, que se reserva para cuando existe un prolapso grave, si la mujer padece un cáncer o si los cálculos renales son tan grandes que son imposibles de expulsar por la orina.
Además, se usa el láser a la hora de disolver los cálculos renales o se hacen cistoscopias. Con estas, se examina la vejiga provocando pocas molestias a la paciente.
¿Cuándo debería ir una mujer al urólogo?
Hay situaciones en las que una mujer tiene que acudir al urólogo. En principio, será el médico de cabecera el que lo decida, aunque con un seguro de salud privado podrá saltarse ese paso y ganar bastante tiempo.
Por ejemplo, si padece infecciones de orina varias veces al año, cualquier mujer debe pedir ver a este especialista.
Lo mismo ocurre con la incontinencia urinaria. En ocasiones, se cree que es algo inevitable por la edad o el embarazo, pero hay tratamientos muy efectivos.
Si se han tenido cálculos renales en el pasado, conviene que el urólogo haga revisiones de vez en cuando, por ejemplo, una vez al año.
Ante síntomas como la sangre en la orina hay que pedir una cita de inmediato. De hecho, aquí la urología en la mujer es crucial al poder diagnosticar un cáncer urológico a tiempo.
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Ahora ya tienes algo más de orientación sobre la urología para mujeres. Tenemos que recordar que, en este caso, la confianza debe ser plena.