Urología pediátrica
La urología pediátrica es una especialidad que centra su atención en el sistema urogenital de los niños y los adolescentes. Aunque también atiende a ciertas enfermedades cuyo tratamiento no requiere una intervención, gracias a las novedades tecnológicas aplicadas a la urología de la que gozan los especialistas asociados.
¿Por qué el servicio de los urólogos pediátricos es imprescindible en medicina?
Esta rama, se enfrenta a diversas alteraciones del aparato urinario infantil, lo cual incluye los riñones, la uretra y la vejiga y puede incluir malformaciones que el cirujano especialista localizará y tratará de forma eficiente.
Cabe señalar que la urología pediátrica no solo se diferencia de la general por la edad de sus pacientes, sino también por el tipo de afecciones que trata.
Los expertos en esta disciplina participan del conocimiento del área de la urología y la cirugía pediátrica, trabajando en estrecha relación con otras especialidades pediátricas como puede ser la obstetricia o la radiología con el objetivo de detectar, diagnosticar y tratar de forma eficaz en etapas prenatal, neonatal y posterior.
No nos olvidemos de la nefrología pediátrica, especialidad centrada en el funcionamiento renal de niños y adolescentes, con la que el área de urología trata codo a codo.
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Todo ello asegura la experiencia y los amplios conocimientos de estos especialistas para aplicarlos en bebés, niños y adolescentes.
Estos profesionales médicos tienen como objetivo solucionar problemas como las uropatías congénitas, las infecciones urinarias, el reflujo vesicouretral, el megauréter o la estenosis pieloureteral. Al menos esa es una de las subespecialidades que existen, pues también los hay que se centran en la urología funcional, dentro de la que se encuentran la incontinencia infantil y la vejiga neurogénica. Otra rama sería la que estudia y trata las malformaciones genitales, entre las que destacan la extrofia vesical-epispadias y las hipospadias.
Con todo ello, un urólogo infantil evaluará al paciente, además de preocuparse por conocer las causas concretas de su desarrollo. Una vez establecidas las bases de estudio, a través de un examen exhaustivo del menor por distintas pruebas médicas, elegirá el mejor tratamiento a aplicar.
Esto podría suponer la recomendación de confiar en la cirugía. En ocasiones, las intervenciones no pueden evitarse, como pueden ser la reconstrucción del aparato urológico, la extirpación de tumores, las anomalías genitales en el desarrollo sexual y la cirugía en la ingle de los niños (puede incluir desde hernias hasta testículos no descendidos). También hay otros casos en los que el tratamiento no requiere el paso por quirófano, como pueden ser los cálculos renales.
¿Cuándo debemos llevar a nuestro hijo al urólogo?
Es necesario confiar en la opinión experta en los siguientes casos:
- Fimosis: dificultad para retraer la piel que protege el prepucio para que el glande quede visible.
- Parafimosis: cuando la piel sí puede contraerse, pero no logra volver a su posición normal.
- Hidrocele comunicante: puede ser el origen de una hernia inguinal. Surge cuando el líquido que rodea los testículos entra en la bolsa escrotal por el conducto peritoneo-vaginal.
- Varicocele puberal: varices presentes en las venas del cordón espermático, provocadas cuando la sangre permanece demasiado tiempo en los testículos.
- Estopia testicular: cuando los testículos no descienden a las bolsas escrotales.
- Hipospadias: malformación del aparato urinario y genital que impide el correcto desarrollo de la uretra.
- Enuresis: incontinencia urinaria, tanto diurna como nocturna, en mayores de 3 años.
- Infecciones de orina y obstrucciones de la vía urinaria.
Estas afecciones tan solo pueden ser tratadas en la consulta de urología pediátrica por especialistas en urología.
Además, al tratar con niños, el médico no siempre lo tiene fácil. Los niños a veces no son capaces de explicar lo que les sucede por no tener capacidad o por escuchar cuestiones referentes a temas que pueden provocar rubor o cierta incomodidad en ellos. De ahí la necesidad de contar con un especialista en el área, ya que tienen la experiencia y la sensibilidad adecuada a la hora de tratar a pacientes de corta edad.
¿Dónde puedo encontrar un urólogo pediátrico?
Los urólogos infantiles desempeñan su labor en diversos puntos y red de hospitales de niños, centros universitarios y consultorios privados en todo España.
Acude a tu pediatra para que te ayude a buscar un urólogo pediátrico certificado y avalado por las autoridades competentes.
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Como hemos visto, la urología infantil juega un papel esencial en el cuidado de la salud urinaria de los más pequeños. Tanto la detección temprana como el diagnóstico y tratamiento adecuado de posibles trastornos urológicos que surjan en la vida del niño, son cruciales para evitar complicaciones en edad adulta.
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