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¿Qué es un seguro online?

Un seguro online es exactamente igual, y con las mismas características, que un seguro normal. Salvo que su proceso de información, contratación y formalización, se hace completamente online, es decir, por internet. ¿Qué es un seguro online? Un seguro online es lo mismo que un seguro normal contratado a través de un agente de seguros. Las pólizas suelen ser las mismas, con las mismas características, las mismas coberturas y los mismos derechos y obligaciones. Por tanto, la diferencia a destacar de este tipo de seguro es su forma de contratación. Que mientras que el seguro tradicional se llevaba a cabo a través de un agente de seguros, el seguro online se tramita completamente a través de internet. Con lo que es la persona interesada quien se encarga de valorar las distintas opciones y llevar a cabo las formalizaciones pertinentes. Ventajas de contratar un seguro online Contratar un seguro online tiene muchas ventajas : Puedes comparar diferentes tipos de seguros y pólizas sin moverte de la ubicación en la que te encuentras. Es mucho más sencillo contratar un seguro online barato. Y es que muchas compañías hacen ofertas y promociones en alguna de sus pólizas si se lleva a cabo la contratación por internet. Contratar un seguro online es muy rápido. Todas las gestiones pueden hacerse en unos cuantos clics. Es muy fácil poder revisar la información y llevar a cabo la contratación. Es muy cómodo. Ya que puedes consultarlo todo, revisarlo y contratarlo desde cualquier lugar sólo con tener acceso a un dispositivo electrónico e internet. Puedes ampliar las coberturas antes de llevar a cabo la contratación. Tienes acceso al contrato de forma instantánea para poder leerlo detenidamente antes de firmar. Puedes seleccionar la forma de pago que más te convenga en función de las posibilidades que te ofrece la compañía de seguros No necesitas ser un experto en ordenadores o tecnología. Con saber lo básico de internet será suficiente. Puedes llevar a cabo la contratación a cualquier hora. Y es que lo bueno de internet es que no tiene horario de apertura ni de cierre. En muchos casos, si tienes dudas, podrás facilitar tus datos de contacto y enseguida te llamarán para resolver tus dudas. Es muy seguro, ya que hoy en día internet cuenta con procesos de pago y protección de datos que están bien protegidos. Si sucede algún error en el proceso de contratación, podrás recuperar los pasos que hayas dado con facilidad. Si finalmente quieres cancelar tu seguro online antes de que entre en vigor, pues lo has contratado con antelación, tienes 14 días naturales desde el momento en el que lo contrataste para poder hacerlo, según lo que marca la ley de contrato de seguro. Leer más

¿Se puede modificar una póliza de seguro una vez contratada?

Sí, se puede modificar una póliza de seguro una vez ésta ya ha sido contratada. Pero, para ello, es necesario comunicar a la compañía aseguradora los cambios que se quieren hacer, que lo acepte, y que envíe un documento en el cual consten, de forma oficial, los cambios que se han llevado a cabo. Para llevar a cabo los cambios se necesitará que firmes el documento y es posible que tenga alguna afectación en la cuantía a pagar de las primas. ¿Puede la aseguradora rechazar los cambios que pida? Sí, la compañía aseguradora puede negarse a llevar a cabo las modificaciones que estás solicitando si no estás de acuerdo con ellas. Si esto sucede, deberás aceptar su negativa y esperar a que se acerque la fecha de vencimiento para volver a solicitar la modificación o la cancelación de la póliza. Recuerda que si quieres cancelar o modificar tu póliza, debes avisar con un tiempo mínimo de 1 mes antes de que llegue la fecha de vencimiento del seguro. ¿En qué situaciones puedo modificar una póliza de seguro? Las modificaciones pueden hacerse durante toda la vigencia del contrato siempre y cuando la compañía esté de acuerdo con ellas. Pero, por norma general, las modificaciones que serán aceptadas por la aseguradora serán aquellos cambios que tengan que ver con las modificaciones en los datos personales, los datos de contacto del tomador, la dirección, en la forma de pago que se quiere llevar a cabo, o para cambiar los datos bancarios que hasta ahora figuraban. Puede pasar, por ejemplo, que el tomador cambie de entidad bancaria, por lo tanto debe comunicarlo a la aseguradora para que pueda enviar los nuevos recibos a la cuenta correcta. En las pólizas de seguros de coches también es posible llevar a cabo modificaciones para incluir conductores adicionales, y todos sus datos, o ampliar las coberturas que se tienen contratadas. En los seguros de vida, por ejemplo, las modificaciones se pueden hacer a lo largo de toda su vigencia para ampliar el capital de indemnización o incluir beneficiarios. En caso de que el tomador del seguro de vida fallezca, y sea una persona diferente que el asegurado, las modificaciones sólo podrán hacerse para incluir al asegurado como tomador y así tramitar la novación. Si se pretende hacer otra acción, será necesaria la cancelación de la póliza para sustituirla por una nueva. En los seguros médicos, también podrán llevarse a cabo modificaciones en la póliza para ampliar las coberturas o añadir a un nuevo asegurado. En el caso de que se trate de un seguro de hogar, por ejemplo, el asegurado está obligado, por ley, a notificar cambios que puedan influir en las coberturas de su póliza. Además, si no lo hace, en el caso de que se produzca un siniestro, si las coberturas están infravaloradas la compañía no tendrá obligación de hacerse cargo de las mismas. ¿Qué tiempo tiene el asegurado para rectificar o modificar el contenido de la póliza por no concordar los datos que él solicitó? Según la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, en su artículo número 25, si el contenido que figura en la póliza o las modificaciones hechas, no concuerdan con los datos que el tomador ha solicitado, éste puede pedir que se lleve a cabo una rectificación del contrato dentro los 30 días siguientes a la recepción de la póliza contratada. Si pasan estos 30 días y el tomador no solicita la rectificación, la compañía aseguradora dará por correctas y aceptadas las disposiciones que aparecen en el contrato.Leer más

¿Qué es un siniestro en un seguro?

El siniestro en un seguro es el acto accidental, imprevisto e inesperado, que sucede sobre un bien que está asegurado en una póliza o persona, y que, además, está sujeto a una posible indemnización o reparación por parte de la compañía aseguradora propia o contraria.   ¿Qué es un siniestro en seguros? La definición de siniestro es aquello que acontece de forma inesperada, imprevista, accidental y no planificada en algún bien que el propietario tenga asegurado con una compañía aseguradora, aunque también puede afectar a una persona. Dicho bien está sujeto a una posible indemnización o reparación tras el siniestro, siempre y cuando se cumplan las características de un siniestro en seguros que están contempladas en la póliza que se tiene contratada. Según el tipo de seguro contratado, los siniestros se entenderán de un modo diferente ya que, por ejemplo, en un seguro de vida el siniestro es el fallecimiento del asegurado, en los seguros de salud cuando los asegurados necesitan asistencia médica, o en un seguro de hogar o coche, lo son cuando sucede algún imprevisto que daña el bien asegurado.   Tipos de siniestros  Los tipos de siniestros en seguros dependen de varios factores y se clasifican de la siguiente forma:   Tipos de siniestros según su probabilidad   Los tipos de siniestro según su probabilidad son clasificados en función de una estadística en la que se muestra la regularidad con la que se acontece dicho riesgo. Dentro de esta clasificación se separan dos tipos de siniestro: El siniestro ordinario, es aquel se estima como un siniestro normal o posible, como puede ser, por ejemplo, un accidente de coche o de moto. El siniestro extraordinario, que son aquellos que se producen como consecuencia a una situación con poca probabilidad de suceder y que, en el caso de que suceda, provoca grandes daños. Por ejemplo, un terremoto, una inundación…   Tipos de siniestros según los daños El segundo tipo de siniestro en seguros se clasifica según el daño provocado. Siniestro total, cuando el accidente ha provocado la destrucción o imposibilidad de uso total del bien que estaba asegurado. Siniestro parcial, que es cuando el accidente ha provocado daños en el bien asegurado, pero estos se pueden reparar para poder seguir dándole uso.   La notificación del siniestro  La notificación del siniestro se tiene que llevar a cabo en cuanto sea posible tras producirse el accidente. El tomador del seguro debe dar parte a la aseguradora de qué es lo que ha pasado, en qué fecha, día y hora y cuáles son las consecuencias que ha provocado. Según la Ley de Contrato de Seguro, el tomador del seguro debe notificar el siniestro en un plazo máximo de 7 días tras haber sucedido, siempre y cuando no se hubiese pactado previamente con la compañía aseguradora un plazo de tiempo mayor. Se aconseja, además, que la notificación del siniestro se haga por escrito para que, así, quede constancia de cuándo se ha llevado a cabo la notificación. De igual forma, las Compañías aseguradoras ponen a disposición de sus asegurados teléfonos específicos para comunicar los siniestros, e incluso facilitan el alta de los mismos a través del Área de Cliente.Leer más

¿Qué es una exclusión en un seguro?

Al contratar cualquier tipo de seguro es muy importante conocer cuáles son las coberturas que están incluidas pero, también, cuáles son las exclusiones que forman parte de la póliza. Las exclusiones en seguros son todas aquellas condiciones o circunstancias que no están incluidas en el contrato de seguro y que, por tanto, hacen que no surtan efecto las coberturas del seguro.   Exclusión de seguros Las exclusiones de las pólizas de seguros son aquellas condiciones o cláusulas en lo que se describen los límites máximos de las coberturas o los riesgos que no están cubiertos y todas las compañías aseguradoras las incluyen en sus condiciones. Se pueden consultar en la póliza. Es obligatorio que las aseguradoras entreguen al tomador el documento en el que aparecen las exclusiones bien detalladas para que, en el futuro, se eviten problemas y malentendidos que puedan perjudicar a los asegurados.   Exclusiones en el seguro de salud Al contratar un seguro de salud, las aseguradoras hacen que los asegurados rellenen un cuestionario de salud y, de ser necesario, pasen una revisión médica. Esto es, precisamente, para valorar los riesgos de la persona que se va a asegurar y detectar si existen patologías o enfermedades preexistentes. Cuando se trata de enfermedades graves o que supongan un riesgo para la aseguradora, las compañías pueden rechazar la contratación de la póliza o, en algunos casos, asumir los riesgos pero estableciendo unos periodos de carencia. Las exclusiones más comunes en salud suelen ser los tratamientos ortopédicos, los tratamientos dentales, las gafas, los aparatos auditivos, los medicamentos, los tratamientos estéticos, los tratamientos derivados de posibles adicciones como las drogas, el alcohol o el tabaco o las enfermedades psicológicas o psiquiátricas.   Las principales exclusiones en los seguros de salud son: Vacunas Prótesis Hospitalizaciones psiquiátricas Psicoanálisis Cirugía estética Medicamentos Interrupción voluntaria del embarazo Partos a domicilio Trasplantes Cirugía refractiva, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.   Exclusiones en el seguro de vida Es importante conocer también cuáles son las principales exclusiones de la póliza de un seguro de vida. Aunque cada compañía puede dictaminar cuáles son sus condiciones, las más comunes son: El suicidio. El fallecimiento del asegurado si este se ha producido de forma intencionada por parte de uno de los beneficiarios de la póliza. Fallecimiento provocado por actos delictivos del propio asegurado. Si el fallecimiento se produce cuando el asegurado está bajo los efectos del alcohol y supera los límites legales de la tasa de alcoholemia. Fallecimiento provocado por los efectos de cualquier tipo de droga, ya sea legal o ilegal. Si el fallecimiento se produce como consecuencia de una enfermedad o accidente sucedido con anterioridad a la fecha de contratación de la póliza de vida. Fallecimiento por la práctica de deportes de riesgo, como el salto en paracaídas, por ejemplo.   Exclusiones en el seguro de hogar Las pólizas de seguro del hogar también tienen ciertas exclusiones a tener en cuenta y que, por norma general, los tomadores no suelen tener presentes. Esto provoca que, llegado el momento en el que se produce el siniestro, se lleven a cabo reclamaciones que no sean atendidas por la compañía aseguradora. Así que es muy importante conocer cuáles son antes de firmar la póliza. Las más comunes son: Daños provocados por instalaciones en malas condiciones. Daños o robo de los objetos que se encuentren en el exterior. Daños provocados por viento, lluvias o nieve. Sobre todo si la fuerza del viento supera los 120 km/h o no llega a los mínimos establecidos. Daños provocados por atascos en tuberías. Incendios provocados por el tomador de la póliza. Leer más

¿Se puede dar de baja el seguro fuera de plazo?

Para dar de baja el seguro fuera de plazo se deben dar unas situaciones específicas contempladas en la Ley del Contrato de Seguro. Si no se dan las circunstancias establecidas, se debe mantener el tiempo del contrato establecido, avisando a la compañía de la intención de baja con un mes de antelación.   ¿Se puede dar de baja un seguro fuera de plazo? Sí, se puede dar de baja el seguro fuera de plazo si se dan una o varias de las situaciones recogidas en el artículo 22 de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro. Dicha ley no establece un tiempo mínimo de duración de la póliza, por lo que la duración de la misma será la que se haya pactado entre aseguradora y asegurado. Por norma general, los seguros tienen una vigencia mínima de un año, aunque algunas compañías de seguro establecen periodos más cortos de tiempo en algunos casos en concreto como, por ejemplo, para seguros de coche o moto, que puede ser de un día, una semana, un mes… Además, hay que tener en cuenta que en los propios contratos se establece una cláusula en la que, si no se notifica por alguna de las partes, se lleva a cabo una prórroga automática, con obligación de respetar los plazos designados legalmente para notificar de la cancelación. Si no se notifica a tiempo, la compañía entiende que hay intención de renovación, con lo que la póliza vuelve a tener una validez de un año hasta el siguiente vencimiento y no se puede cancelar fuera de plazo.   Motivos que permiten dar de baja el seguro fuera de plazo Se puede dar de baja un seguro fuera de plazo siempre que se cumplan una o varias de las situaciones que se contemplan en la ley:  Uno de los supuestos que permiten dar de baja el seguro es si ya no existe el motivo de la cobertura o el bien asegurado, o se ha sucedido la defunción de la persona asegurada. Además, si la compañía ha reducido el riesgo o las coberturas contratadas, sin previo aviso, el asegurado puede cancelar su seguro durante los siguientes 15 días desde el momento de la modificación.    Plazos para anular un seguro  El tiempo para anular un seguro depende de varias cosas, entre ellas el tipo de seguro que se tenga contratado.   Seguro de coche o moto La validez de este tipo de seguros suele ser anual. Por tanto, por ley es obligatorio notificar con un mínimo de un mes antes de que llegue la fecha de vencimiento. Esta notificación debe realizarse siguiendo las indicaciones que se han firmado por contrato.   Seguros de hogar o vida El tiempo para anular un seguro de hogar o vida depende de si éste está vinculado o no a una hipoteca. Si el seguro está vinculado, es obligatorio enviar a la compañía la intención de cancelación con un tiempo mínimo de 60 días antes del vencimiento. Si el seguro no está vinculado, se debe respetar el plazo mínimo de 30 días antes del vencimiento.   Seguro de salud Para dar de baja un seguro de salud, también hay que notificarlo con un plazo mínimo de 30 días antes de vencimiento.Leer más

¿Qué tipos de seguros existen?

La seguridad es una de las principales prioridades para la mayoría de las personas y, por ello, existen diferentes tipos de seguros que cubren cada uno de los aspectos más importantes de nuestras vidas: seguro de hogar, de salud, de vida, de accidentes, de decesos…  Tipos de seguros  Al contratar un seguro, buscamos la garantía de estar cubiertos ante un posible riesgo. Por ello es tan importante detectar cuáles son nuestras necesidades e intentar encontrar el tipo de seguro más completo para poder resolverlas.   Existen, principalmente, 3 grupos de tipos de seguros:  Los seguros privados personales  Los seguros de prestación de servicios  Los seguros patrimoniales    Tipos de seguros privados personales  Los seguros privados personales son aquellos que están destinados a cubrir todos aquellos riesgos que pueden llegar a afectar a la salud, la existencia y la integridad física de la persona.  Dentro de ellos se pueden encontrar diferentes categorías, entre ellas:    Tipos de seguros de salud  Que cubren la salud y las necesidades médicas que la persona asegurada pueda tener y se distinguen en: tipo de seguro de salud sin copago, con copago, de reembolso, sin hospitalización, seguro dental…    Tipos de seguros de vida  Destinados a cubrir los riesgos asociados a la propia existencia, entre los que se encuentran el seguro de vida temporal, con prima creciente o renovable, con prima nivelada o constante o con prima decreciente. El seguro de vida entera, que cuenta con la posibilidad de escoger entre prima vitalicia o prima temporal.  Ente los diferentes tipos de seguros de vida encontramos, también, los seguros de ahorro, de supervivencia o jubilación, los seguros mixtos, los seguros de rentas o los seguros de vida riesgo.    Tipos de seguros de hogar  Nuestro hogar y su protección es otra de las principales prioridades que tenemos. Por ello las aseguradoras ofrecen diferentes tipos de seguros para cubrir todos los riesgos que puedan afectar al hogar. Como, por ejemplo, el seguro de daños, que cubre únicamente el continente de la casa, el seguro multirriesgo, que proporciona cobertura ante la mayoría de los riesgos que pueden perjudicar a una vivienda, o el seguro todo riesgo, que cubre todos los posibles daños que puedan existir y que no están excluidos del contrato.     Otros  Dentro de los seguros privados personales también podemos encontrar los Planes de Previsión Asegurados (PPA), los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), los seguros para mascotas, para deportistas, expatriados…    Tipos de seguros de prestación de servicios  En la categoría de seguros de prestación de servicios se encuentran aquellos que consisten en la prestación de unos servicios, por parte de la aseguradora, a la persona asegurada en caso de necesitarlo y como compensación a una prima.  Éstos se dividen en tres tipos de seguros:    Tipos de seguros de decesos   Cuya finalidad es garantizar la prestación del servicio fúnebre en beneficio de la persona asegurada.  Defensa jurídica  Se ofrece cobertura legal, según las condiciones pactadas, frente a posibles litigios.  Asistencia en viajes  Previsto para poder cubrir y resolver las incidencias que puedan surgir en el transcurso de un viaje.    Tipos de seguros de daños o patrimoniales  Y, por último, encontramos los tipos de seguros patrimoniales o de daños, que son aquellos que cubren algún tipo de daño en bienes muebles o inmuebles producidos por un siniestro. Pueden ser el seguro de incendios, de robos, de transportes terrestres, de responsabilidad civil, agrarios…    Más información sobre tipos de seguros Aegon  Escoger el tipo de seguro adecuado para poder cubrir cada una de nuestras necesidades es clave, ya que así nos garantizaremos poder seguir viviendo una vida tranquila y segura. En Aegon contamos con un seguro para cada tipo de persona. Consúltanos y contrata el seguro que mejor se adapte a tus necesidades.  Leer más

¿Qué es una póliza de seguro?

La póliza de seguro es un documento formalizado en el que se recogen y detallan todas las coberturas, riesgos excluidos, derechos y obligaciones contratadas en un seguro y aceptadas por todas las partes implicadas.    ¿Qué es una póliza de seguro?  Cuando se lleva a cabo la contratación de un seguro de cualquier tipo, ya sea de vida, de hogar, de viajes…, todos los participantes deben firmar un documento en el que se aceptan las condiciones que en él se establecen. Este documento es la póliza de seguro y en él se establecen de forma clara, acotada y concisa, cuáles son los riesgos y coberturas incluidas y excluidas, los beneficiarios y los derechos y obligaciones que todas las partes aceptan.  Por ejemplo, el pago de la prima por parte del tomador o la obligación de cubrir el riesgo o prestar el servicio contratado, por parte de la aseguradora.    ¿Para qué sirve una póliza de seguro?  La póliza de seguro sirve para establecer claramente cuáles son los acuerdos que se han alcanzado en el momento de la contratación. Qué coberturas explicitas están cubiertas, cuáles quedan fuera, qué compensaciones económicas se establecen…De este modo, tanto el asegurado como la compañía pueden consultar todo lo que necesiten en el momento en el que sea necesario.    Elementos de una póliza de seguro  Condiciones generales  En ellas se recogen todas las normas básicas que rigen la relación y los acuerdos contraídos en el contrato.   Se establece el tipo de cobertura y el riesgo asegurado, las exclusiones, las obligaciones y declaraciones del asegurado, la agravación o alteración del riesgo, la obligación de satisfacer las primas pactadas y las consecuencias de no hacerlo, la fecha de validez y vencimiento, el procedimiento de denuncia del siniestro y el sistema de comunicación entre las partes interesadas.  Así como todas las leyes oficiales que regulan los acuerdos firmados.    Condiciones particulares  Por otro lado, también está el apartado de condiciones particulares de la póliza de seguro. Éstas recogen aquellos aspectos que no son materia de las condiciones generales y que se han establecido por mutuo acuerdo de las partes implicadas. En ellas se permite la incorporación de la singularidad de cada póliza y están compuestas por los requisitos de aseguramiento, la especificación del riesgo cubierto, la identificación del asegurador, el Tomador, el Asegurado y, en caso de requerirlo, el Beneficiario. Así como la descripción del riesgo asegurado, el monto, la prima convenida y su forma de pago…  Por tanto, todas las condiciones que aquí se recogen son variables y pueden modificarse siempre y cuando todas las partes muestren su consentimiento, anexando a la póliza un documento que recoge las modificaciones, llamado suplemento.   Condiciones especiales  Y, por último, la sección de condiciones especiales. Aquí se amplían, condicionan, delimitan, modifican o se suprimen riesgos, así como también se extienden o restringen las coberturas recogidas en las condiciones generales.   De nuevo, este apartado debe estar expresamente aceptado por todos los intervinientes.    En Aegon no contamos con Condiciones Generales y Particulares, ya que tenemos la póliza como único documento que condensa todo.     Ejemplo de póliza de seguro Aegon  En Aegon contamos con un modelo de póliza en el que recogemos toda la información en un mismo documento: condiciones generales, particulares y especiales. De esta forma nuestros Asegurados reciben únicamente la información precisa sobre su seguro.  En el modelo de póliza de seguro Aegon, las partes fundamentales son:  ¿Qué he contratado?: con los datos fundamentales de las personas que intervienen en el contrato, como, por ejemplo, el Tomador, la Compañía Aseguradora, el tipo de producto e incluso el Asegurado si fuera distinto el Tomador.  ¿Cuál es el precio?: con información sobre la prima que se pagará y cómo realizar el pago  ¿Qué incluye mi seguro?: con el detalle de coberturas incluidas, tanto obligatorias como opcionales y sus correspondientes exclusiones.  Cobro de las prestaciones: con información fundamental en caso de siniestro  Otros apartados como la Legislación que se aplica, Protección de datos…  Más información sobre la póliza de seguro  Cada póliza de seguro es única e intransferible. Por ello, cuentan con un número que identifica cada póliza contratada. El número de póliza te ayuda a localizar tu seguro ya que identifica tu póliza y te facilitará realizar cualquier gestión.  En el caso de tener contratadas diferentes pólizas con diferentes compañías aseguradoras, este número variará. Puesto que cada aseguradora cuenta con su propio sistema de numeración. Leer más

Tipos de seguros colectivos existentes

Los seguros son contratos que se suscriben con una compañía aseguradora para que, en el caso de que el asegurado sufra un siniestro o accidente, la compañía indemnice el daño o aporte el capital en forma de pago o renta. Pero cuando hay un grupo de personas con los mismos intereses o necesidades y todas ellas forman parte, por ejemplo, de una misma empresa que ha suscrito un contrato colectivo para sus empleados, los trabajadores pueden sumarse a él para beneficiarse de las garantías. Existen diferentes tipos de seguros colectivos destinados a cubrir a las personas que forman parte de los diferentes colectivos; de vida, de salud, de accidentes…   ¿Qué es un seguro colectivo? Un seguro colectivo es un tipo de seguro que engloba, en un mismo contrato, las coberturas para un grupo de personas que están vinculadas entre sí por un interés común. Generalmente, los seguros colectivos con contratados por empresas para ofrecer a los empleados beneficios sociales. Además, este tipo de seguros colectivos pueden tener importantes ventajas fiscales para la empresa y los empleados.   Ventajas del seguro colectivo   Los diferentes tipos de seguros colectivos pueden ofrecer la posibilidad de que los asegurados colaboren en las aportaciones, lo que hace que sus prestaciones aumenten. Las prestaciones, en función del seguro contratado, pueden cobrarse en forma de capital o de renta. Pueden diseñarse en función de las necesidades de cada colectivo. Las primas son más bajas que las de una póliza individual. Pueden incluir coberturas por jubilación, fallecimiento e invalidez, así como pensiones de viudedad o de orfandad. No suelen requerir reconocimiento médico. Ventajas fiscales para empleados y empresa.    Tipos de seguros colectivos Existen diferentes tipos de seguros colectivos pero los más frecuentes son:   Seguros colectivos de salud Los seguros colectivos de salud, como los particulares, ofrecen el acceso a sus asegurados al sistema sanitario privado. La contratación de este tipo varía en función de los requisitos que solicite la compañía aseguradora que lo va a llevar a cabo, pero, por norma general, está condicionado a que se suscriban un número mínimo de empleados.   Seguros colectivos de vida   Los seguros colectivos de vida garantizan indemnizaciones en caso de fallecimiento o invalidez de la persona asegurada. Este tipo de seguro se renueva anualmente y suele condicionar la edad de los asegurados hasta un máximo de 65 o 70 años.   Seguros colectivos de jubilación Pueden ser financiados íntegramente por la empresa o en colaboración con los trabajadores durante toda la vida laboral de los mismos. Y, llegado el momento de la jubilación, ofrecen una renta vitalicia o temporal en forma de primas únicas o periódicas.   Seguros colectivos de accidentes Este tipo de seguro colectivo está destinado a cubrir los riesgos comunes que tienen todos los empleados que ejercen una misma actividad, con unos riesgos en concreto, al llevar a cabo su actividad empresarial diaria. Suelen cubrir fallecimiento o invalidez, pero también se pueden ampliar las coberturas y añadir otras como incapacidad temporal, un importe diario asegurado en caso por hospitalización, asistencia en viaje…    Planes de previsión social Los planes de previsión social son un método de ahorro colectivo que, en caso de causar baja por jubilación, invalidez o fallecimiento, suponen un ingreso extra a los que ofrece la Seguridad Social.Leer más

¿Qué es la prima de un seguro?

¿Qué es la prima de un seguro? La prima de un seguro es la cantidad económica que debe pagar el tomador a la compañía en la que ha contratado su póliza con el fin de poder beneficiarse de las coberturas que se establezcan en ella.   ¿Qué es la prima de un seguro?  Cuando se lleva a cabo la contratación de cualquier tipo de seguro, el tomador de la póliza debe satisfacer los pagos acordados con la compañía. Así éste garantiza poder beneficiarse de los servicios y coberturas acordadas por ambas partes en contrato.   Por tanto, el pago de la prima es la contraprestación a los servicios que la compañía aseguradora ofrece al asegurado durante el plazo de tiempo determinado.   Su valor dependerá del tipo de riesgo asegurado y es siempre fijada de antemano por la compañía de seguros. El mismo debe ser suficiente para que la aseguradora pueda hacer frente al riesgo asegurado, calculando que no todos los asegurados van a necesitar la cobertura.   ¿Cómo se calcula la prima de un seguro?    El coste de la prima de seguro varía en función de las diferentes pólizas existentes y las coberturas que engloben. Y es que el coste va en función de los riesgos que asume la compañía por cada asegurado. Pudiendo tener en cuenta la edad, la probabilidad de sufrir un siniestro, los datos estadísticos…   La parte principal del coste se denomina prima pura, que significa el coste real del riesgo asumido por el asegurador, sin tener en cuenta sus gastos de gestión. A medida que se añaden otros gastos, la prima se denomina de otras formas, prima de inventario (añadiendo los gastos de administración), prima de tarifa (añadiendo los gastos de gestión externa) y por último la prima total en la que se incluyen impuestos y otros conceptos como las cantidades destinadas al consorcio de compensación de seguros. A la cantidad restante de este cálculo se le llama prima de riesgo, a la cual hay que sumarle el resto de primas o recargos mencionados anteriormente para saber cuánto debe pagar el tomador. Recargo de seguridad. Se destinará a cubrir las desviaciones aleatorias desfavorables de la siniestralidad esperada  Recargos para gastos de gestión. Se destinará a cubrir gastos de administración y de adquisición, incluidos entre estos últimos los de mantenimiento del negocio  Recargo para beneficio o excedente. Se destinará a remunerar los recursos financieros e incrementar los fondos propios de la entidad.  Impuestos y recargos complementarios: impuestos sobre primas de seguros y recargos establecidos en favor del Consorcio de Compensación de Seguros y de la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras y de los demás tributos que recaigan directamente sobre la prima.    Un ejemplo es el caso de los seguros de vida, donde se tienen en cuenta dos variables. Por un lado, de tablas biométricas que reflejan las probabilidades de muerte y supervivencia de un colectivo de personas en función de la edad. En ellas, se puede observar el número de personas que superan una determinada edad. A estas se añaden las probabilidades, teniendo en cuenta las tablas anteriores, se calculan las probabilidades de muerte o supervivencia que son necesarias para el cálculo de la prima. Y combinando ellas por supuesto la cantidad que queremos asegurar. Con todo ello y a través de una compleja fórmula, quedará la prima. Todo ello hace lógico que cuanto más jóvenes, más barato sea un seguro de vida ya que las probabilidades de supervivencia son mucho mayores.   ¿Cuáles son los tipos de prima?  Los tipos de prima van en función de diferentes tipologías;  Según el periodo de cálculo y la forma de pago:   Prima fraccionaria: calculada para un tiempo menor de un año.  Prima fraccionada: calculada en periodos anuales pero que el tomador debe abonar en pagos periódicos más reducidos.  Prima anual: calculada por doce meses y abonada por el tomador en un solo pago.  Prima única: el tomador hace un solo pago por el importe total calculado que deberá satisfacer, pero el plazo de vigencia de las coberturas es superior a un año.    Según el coste económico durante la vigencia de la póliza contratada:   Prima fija: permanece invariable a lo largo de toda la vida de la póliza.  Prima variable: cuando la circunstancias previstas pueden suponer un importe distinto previsto. En este caso quedará constancia en el contrato.    En función al riesgo:    Prima natural: muy común en los seguros de vida, ya que como éstos se contratan de forma anual van sufriendo un crecimiento con el paso de los años, debido al aumento de la probabilidad de muerte del asegurado.  Prima nivelada: es la que permanece fija e invariable durante toda la vigencia del riesgo a asumir durante toda la vida del seguro contratado.  Prima creciente: para las pólizas que tienen un aumento sucesivo en el importe a pagar a medida que va pasando el tiempo.  Prima decreciente: para aquellas pólizas que van disminuyendo el importe a satisfacer con el paso del tiempo.    Según la anualidad en que se satisface:    Prima inicial: el importe a satisfacer en el momento de la firma del contrato para que entren en vigor las coberturas.  Prima sucesiva: son los tipos de prima que se van abonando, por parte del tomador, a lo largo de toda la vigencia del seguro. Se diferencia de la prima inicial en que es probable que éstas sean de un importe superior.   Prima anticipada: este tipo de primas es para las pólizas contratadas para varios ejercicios. Suelen ser más frecuentes en los seguros de vida y conllevar una bonificación de descuento.    ¿Cómo se paga la prima de seguro? La fórmula más tradicional de pago es la de la prima periódica. Se paga a plazos regulares durante la duración de un seguro. Si el tope del seguro de vida es hasta que se alcance una cierta edad, hasta su vigencia se cobrará anualmente.  Pero también en muchas ocasiones se permite fraccionar en periodos más cortos, es la denominada prima fraccionada, que permite al asegurado pagar mensual o trimestralmente, por ejemplo, su prima de seguro. En el lado contrario están los seguros de prima única. A través de ellos, mediante un único pago se satisface la totalidad de la prima para toda la duración del seguro.   ¿Cuándo se realizan los pagos? El primer pago se efectúa en el momento de contratación del seguro. Los siguientes pagos se realizarán al vencimiento de la póliza, permitiendo, en el caso de que no se pague, contar con un mes de gracia para efectuar el pago de la prima. En cuanto se efectué el pago de la prima, la cobertura del seguro tendrá efecto en 24 horas. La normativa establece un plazo máximo de seis meses desde el vencimiento para que el asegurador pueda exigir del tomador del seguro el pago de la prima del período en curso, transcurridos los cuales sin mediar el requerimiento judicial, se tendrá el contrato por extinguido automáticamente.Leer más

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