Un 41% de los españoles afirma que ha dejado de consumir alimentos como carne y pescado por su alto precio
- Según el VII Estudio de Salud y estilo de Vida de Aegon, un 48,4% de los españoles confirma que la subida de los precios ha tenido un efecto negativo en la composición de su dieta.
- En este sentido, son los jóvenes de 18 a 25 años (56,6%) y las mujeres (52,6%) los que dicen sentirse más afectados.
- Navarra, Castilla-La Mancha y Canarias son las comunidades con mayor porcentaje de personas que sienten que su dieta se ha visto afectada. En el lado opuesto se encuentran Baleares, Murcia y el País Vasco.
Madrid, 10 de diciembre de 2024.- En un contexto económico marcado por la inseguridad, las fluctuaciones y una inflación persistente, los hogares españoles se enfrentan a ciertos desafíos que afectan directamente su vida cotidiana y bienestar. Uno de los impactos más reales recae en la alimentación, algo esencial que afecta directamente en la salud y calidad de vida de las personas. En este sentido, el VII Estudio de Salud y estilo de Vida de Aegon, confirma que casi la mitad de los españoles ha visto mermada la composición de su dieta debido a la subida de precios que se dan en alguno de los alimentos más comunes que componen su cesta de la compra.
En este sentido, preguntados sobre si han dejado de comer ciertos alimentos por su precio, un 41,3% confirma que sí, y que los productos a los que más se ha renunciado por cuestiones económicas son el pescado (51%) y la carne (32,2%). En cuanto a los perfiles que han dejado de consumir algún alimento por el aumento de precios son las mujeres (45,4%), los más jóvenes (57,7%), los que han perdido su trabajo o han estado en ERTE (62,1%) y entre los que creen que su situación económica ha empeorado (60,9%).
Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha (56,7%), Navarra (49,4%) y Madrid (45,8%) acumulan el mayor número de personas que han dejado de consumir algunos productos por su precio. Por el contrario, las regiones con menos encuestados que han renunciado a consumir productos porque consideran que son caros han sido Asturias (33,1%), Castilla y León (33,3%) y Galicia (36%).
Jóvenes de 18 a 25 años (56,6%) y mujeres (52,6%) son los perfiles que dicen sentirse más afectados
De este grupo que afirma que la subida de los precios ha tenido un efecto negativo en la composición de su dieta, los jóvenes de 18 a 25 años (56,6%) años y las mujeres (52,6%) son los que dicen sentirse más afectados y los que acumulan un porcentaje más alto. También opinan que comen peor quienes se encuentran en una situación económica desfavorable (71,8%) y aquellos que creen que tienen un estado de salud malo (64,8%).
Por Comunidades Autónomas, los efectos de la subida de precio de los alimentos han perjudicado más la alimentación de navarros (64,3%), castellanomanchegos (63,2%) y canarios (58,4%). Las regiones con menos efectos negativos en la dieta derivados de la inflación son Baleares (35,1%), Murcia (38,7% y el País Vasco (40,2%).
El 60,7% prefiere comprar alimentos de más calidad, aunque tengan que pagar más por ellos.
Al ser preguntados sobre si prefieren comprar alimentos de mayor calidad, 6 de cada 10 tiene claro que sí, aunque tengan que pagar más por ellos. De hecho, un 20,7% busca la calidad a toda costa, incluso pagando más. Aunque la evolución de situación económica personal influye directamente en cuánto se está dispuesto a pagar, la preferencia por alimentos de mayor calidad, aunque tengan mayor precio, es mayoritaria incluso entre aquellos que piensan que su situación económica ha empeorado.
Por perfiles, los jóvenes son los que tienen menor disposición a pagar mucho o algo más por tener alimentos de más calidad, igual que ocurre con las personas que no trabajan. Sin embargo, quienes tienen estudios superiores, trabajan y creen que llevan una alimentación saludable, prefieres pagar más por alimentos mejores.